martes, 16 de agosto de 2011

Entre irse y quedarse

A lo largo de mi carrera como fotógrafo, el desnudo sin que yo lo esperara ubicó un espacio muy importante dentro de lo que deseaba decir, como ya he comentado mas allá del erotismo, el desnudo es una herramienta que yo uso para hablar de la parte mas escencial del ser humano, por lo tanto después de haber fotografiado ya una considerable cantidad de desnudos femeninos, comencé a sentir la necesidad de retratar uno masculino, verán, en esta profesión, es de lo mas común escuchar muchos mitos sobre este genero, cuando les mencionas a un grupo la simple idea de un desnudo masculino, la respuesta general tiende a ser esta cara de terror y las peores escusas para nuestros prejuicios mentales empiezan a venir: "no, como crees, el cuerpo de la mujer es mas estético" por no mencionar unas respuestas un mas sexistas.


Entonces pensar en este trabajo representaba un reto enorme y por eso quería elaborarlo porque pensaba que era aun mas difícil y quería pasar esa prueba, así que la búsqueda de mi modelo empezó, lo que me llevo a conocer a Liber, quien debo contarles que además de volverse un enorme enorme amigo, algo muy curioso paso, estaba él solo unos dias por Querétaroy coincidió que apenas quedaba exacto en tiempos su estadía para que el asistiera a nuestra sesión (pues él es modelod e desnudo en Xalapa), conocernos fue como el choque de dos artistas en su labor, embonamos completamente en nuestra dinámica y visión artística. Pero lo que hizo tan especiales estas fotos, es que yo estaba tan nervioso sobre que iba  a hacer en esta sesión que una noche entre sueños me vino la inspiración de el tema que proximamente les platicare, justo cuando Liber me pidió saber de que se trataban las fotos, se sintió profundamente conmovido pues resulta que estaba yo hablando sin saber de lo que el estaba pasando en ese momento en su vida y su razón por la que el estaba en Querétaro. Así que ahí empezó un lazo profesional único, por lo que lo verán mucho en mi trabajo.
 La serie se titula "Entre irse o quedarse" por inspiración de mi poeta favorito: Octavio Paz, de quien incluyo el poema al final, pero habla de este circulo vicioso de aquellos que nos hemos hallado en una pausa eterna, y que no somos capaces de dejar ir, de liberarnos, de seguir adelante, es la resolución de aquel que sabe que debe dejar ir lo que ama por su propio bien, o de aquel que prefiere morir lentamente por no perderlo. El ruiseñor tiene abierta la jaula y no tiene el valor para salir de ella.














Entre Irse y Quedarse

Entre irse y quedarse duda el día,
enamorado de su transparencia.

La tarde circular es ya bahía:
en su quieto vaivén se mece el mundo.

Todo es visible y todo es elusivo,
todo está cerca y todo es intocable.

Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz
reposan a la sombra de sus nombres.

Latir del tiempo que en mi sien repite
la misma terca sílaba de sangre.

La luz hace del muro indiferente
un espectral teatro de reflejos.

En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.

Se disipa el instante. Sin moverme,
yo me quedo y me voy: soy una pausa.

Octavio Paz 

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