martes, 4 de octubre de 2011

Metafora sobre la Ambigüedad

En la Escuela Activa de Fotografía, el maestro Manuel Romero (de quien he aprendido muchisimo y cuenta con toda mi admiración) tiene un club fotográfico, al cual me invita todo el tiempo y aunque confieso que nunca he podido ir con la frecuencia que me gustaría siempre me han incluido dentro de los proyectos fotográficos, como este que les traigo.



Estas fotos fueron parte de una exposición colectiva llamada "Policromia" que se integro al festival Fotoseptiembre, donde el club decidió desarrollar el tema de los colores según la interpretación de cada integrante, el mio fue el gris. Mi aportación ha estado envuelta en una pequeña polémica privada, la cual me llevo a cuestionarme sobre mis motivos como artista, sobre la recepción del espectador, sobre lo que debe inspirar la fotografía de autor. El asunto es este, la mayor parte de mis compañeros solucionaron su color de la manera mas tradicional, retratando detalles, texturas,o saturando la toma del color que les toco y yo como siempre desentonando, así que mi solución ocasiono dos cosas, la primera, que la sección donde estaban mis fotos (que accidentalmente fueron las únicas que quedaron en un espacio solas) parecía que fuera una muestra aparte y segundo mientras escuchaba en secreto lo que la gente opinaba al pasar por mis fotos, siempre se colaba un "esto ¿que?" lo que ocasiono algunas conversiones entre amigos y maestros sobre el tema, nuestra conclusión fue que aunque nadie entendía mi mensaje, no tenia porque entenderse, la fotografía de autor se trata muchas veces de eso, de no entender sino de sentir y eso es lo importante en mi obra. 
Ahora he aquí la fundamentación sin embargo los invito a adelantarse a  verla sin saber mi opinión para que confronten su propia opinión con la mía. Cuando Manuel Romero se acerco a darme el color gris, dos ideas conflictuaron en mi, la primera era que no era el color que mas me hubiera gustado, pero en una segunda instancia me di cuenta que tenia todo sentido, pues sentía que mi vida estaba en un una etapa donde el gris se apoderaba de mi, cuando pienso en el color gris la palabra que me viene a la cabeza es ambigüedad, yo necesitaba que estas fotos hablaran de ese gris apoderándose de la toma donde estas franjas se van comiendo la escena, cuando llegaron las preguntas de si al tratar el gris, podría poner una foto en blanco y negro o no era valido, se me hizo obligatorio el no desligar el origen del color, la mezcla de los opuestos cromáticos y su significado. En el sentido personal esta ambigüedad la veía reflejada en mi vida, siendo yo una persona de valores muy rígidos, que podía diferenciar el blanco del negro, lo positivo de si mismo, lo negativo también, cuando de pronto un día lo que consideraba bueno en mi vida comenzó a lastimarme y lo negativo era tal vez lo único que me protegía, y así fue como la ambigüedad se me presento por primera vez.
 Al ser yo tan religioso, el hallarme en esta situación fue menos que alentadora, pues el cristianismo impugna esta actitud, pues lo  frió y lo caliente se acepta, pero lo tibio no tiene espacio en los dones de Dios. Así es como Maday y Marijo me ayudaron a construir esta foto representando estas posturas de mi vida, y al mismo tiempo la parte que representa lo mejor de mi, haciendo un reclamo con esa mirada que incomoda tanto al espectador en la ultima foto. Lo que busco en estas fotos, como fin ultimo es que se sienta ese reclamo, que estremezca el espectador ante tanta vulnerabilidad.



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