lunes, 20 de febrero de 2012

El hombre triste de corazón brillante


Él es Luis Garvan, uno de mis amigos mas queridos, mi colega mas admirado. Nos conocimos en el punto exacto donde cada quien independientemente descubrió la fotografía y desde la propia inquietud artística de cada uno, empezamos a abrazarnos a la profesión. Mejor compañero no pude tener para crecer en esta vocación, pues la pasión y la búsqueda interior siempre fueron un elemento común en ambos trabajos, claro el de una manera muy minimalista, yo de una manera compleja y hasta barroca.



Sin embargo esta sesión con 3 años de distancia no trata tal cual de él, sino de mi. El día que decidí pedirle que participara en estas fotos, me descubría  a mi mismo como un hombre decidido a dejar la tristeza, aun cuando su corazón brillaba y brillaba iluminando a otras personas. Esta autorepresentación la planteé especialmente en él, por la propia sabiduría que le admiro.
Por otra parte los destellos de luz al venir de pequeños trozos de espejo son también una alegoría sobre este reflejo que me daba a mi mismo sobre mi propia luz, aunque al contrastarlo con esta figura triste que generaba yo mismo, se convertiría en un autoconsuelo, y una motivación  a mi mismo para volver a brillar.

El tomar los ánimos de mi amigo, y reconocer los pasos agigantados y a la par después de los años, a mi me permitió dejar atrás este hombre triste.












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